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CATALINO GULFO

EL GRAN CATALINO GULFO HERNÁNDEZ: HISTORIA Y SEMBLANZA DE UNO DE LOS ILUSTRES FUNDADORES DE VALENCIA CÓRDOBA EN EL AÑO 1919 (Biografía) Autor: Valencia Memoria Histórica.

Don Catalino Gulfo Hernández, nació en Montería Bolívar, un 31 de diciembre del año 1872, hijo mayor de cinco (5) hermanos por parte de madre, de su padre se sabe poco, se cree que era un viejo barquero de esos que viajaban por el rio Sinú desde Montería cruzando por la hermosa y colonial Lorica hasta llegar a Cartagena, por allá a mediados de los años 1870,viajero de origen desconocido con el que la madre de Catalino Gulfo Hernández, tuvo una aventura amorosa quedando embarazada de Catalino Gulfo Hernández, todavía siendo una mujer muy joven, motivo por el cual Catalino Gulfo Hernández, nunca conoció a su legítimo padre Y se dice que en el año 1871, su madre cuyo nombre era María Juliana Hernández estando en Montería, le tocó trabajar por casi diez (10) años, como sirvienta y nodriza en la casa grande de unos franceses de apellido Combat, estando allí en Montería, cuando Catalino Gulfo Hernández era un niño todavía, fue que se volvió a casar con otro señor llamado Emiliano Vásquez Morelos, es por eso que Catalino Gulfo Hernández, en su vida familiar, tuvo cuatro (4) hermanos, los cuales ellos son: María Andrea Vásquez Hernández, Pabla Vásquez Hernández, Regina Vásquez Hernández y Felipe Santiago Vásquez Hernández , en el año 1907, Catalino Gulfo Hernández Y Su inseparable Hermano Felipe Santiago Vásquez Hernández, se establecen en el corregimiento de Volador que hacia parte del Municipio de Montería Bolívar en aquel entonces, de quienes se dice que en los primeros años de sus vidas, siendo muy jóvenes se desempeñaron como imbatibles derribadores de selva virgen a hacha y machete, también fueron grandes aserradores de maderas finas y muy buenos cultivadores de arroz, luego más tarde se hicieron buenos recolectores de caucho, hasta convertirse en notables cazadores de piel de tigrillos, como también por último se volvieron insignes raicilleros, debido al gran auge comercial y crecimiento que fue teniendo el pueblo Rio Nuevo, dada por la presencia de la gran maderera Norteamericana la Geo D. Emery , Por ello en el año 1910, Catalino Gulfo Hernández, se establece allí en el bello y legendario Puerto “de las mil esperanzas”, como se le llamó a Río Nuevo Bolívar, donde se dedica de lleno a la extracción de la raíz de una planta “milagrosa” llamada Ipecacuana también conocida como raicilla, que era comercialmente muy apetecida y era comprada por los Franceses y Sirio-Libaneses que vivían en los pueblos de Río Nuevo, Montería, Lorica y Cartagena, Planta “de los mil poderes” que según ellos, la usaban como tónico y purgante que hacía votar los parásitos y lombrices en aquella época y que al igual que la quina curaba todos los males tropicales que hacían presencia en la región, como la malaria, el tétano, las infecciones, gripe y fiebre, ya que hacía las veces de antibiótico natural llamado “quinina”, que era sacada machucando la corteza de su árbol , luego se exprimía obteniendo así el extracto del que se tomada aquella pócima mágica, usado como único remedio, que no fallaba y cuyo sabor era muy amargo y desagradable.

A mediados del verano del año 1919, Valencia es fundado por Catalino Gulfo Hernández y Ambrosio Ibarra, quienes eran grandes amigos, siendo estos dos nobles y mágicos campesinos, quienes llegan al sitio que hoy ocupa nuestro bello pueblo y se establecen por primera vez, situándose en dos puntos estratégicos a orillas del lecho moribundo de la hermosa quebrada de Jaraguay que ya empezaba a secarse por partes, debido al abrupto desvío ocasionado por la gran maderera la Geo D, Emery, por ello se cuenta que históricamente Catalino Gulfo Hernández construyó su rustica vivienda, en la parte donde hace pocos años era la casa del señor Faustino Rivera, frente a la vieja plaza, hoy el parque central “José María Córdoba” de Valencia, mientras que don Ambrosio Ibarra, coincidencialmente hizo su rancho, precisamente donde hoy se ubica el hospital “Sagrado Corazón de Jesús” del Municipio de Valencia, situación que paradójicamente se podría definir como el nacimiento de Valencia conocida más tarde como el pueblo de los “Judíos y el origen inicial del pueblo de Nazareth reconocida como cuna religiosa de “la Misión Evangélica” hecho que desde un principio dado por todos estos antecedentes, dio pie para la rivalidad religiosa y cultural que hubo siempre entre estos dos caseríos tan cercanos celosos, desconfiados y pragmáticos defensores de sus principios y dogmas, siendo esto como una premonición histórica de mucho valor para nuestro propio desarrollo más adelante.

Catalino Gulfo Hernández, sin ser un mito y sin ser una leyenda, se distinguió siempre por su buen carácter de hombre sencillo, amable y muy servicial, pero siempre habitaba en su mente y en su corazón su gran espíritu aventurero, en el año 1940, ya establecido en lo que hoy es Valencia, conoce una bella dama que vivía en el caserío de Bijagual, cuyo nombre era la de doña María Ríos Oyola de ella se enamora y le ayuda con la crianza de sus dos pequeños hijos, quienes tristemente murieron ahogados en el río Sinú allá en el puerto de Volador, siendo esto la causa de su sombría vida por varios años, ya que la decepción de su tragedia familiar, fue el detonante que lo indujo y que lo llevó al consumo seguido del alcohol, situación que poco a poco fue marcando su desgracia y el de ir deteriorando su gran carácter de hombre luchador que tenía, porque después de lo que le pasó empezó a tomar mucho, volviéndose así un ser amargado, callado, taciturno, cohibido y despreocupado por su existencia, ya que jamás pudo sanar su pena, por el dolor causado por la muerte de sus hijos adoptivos a quien tanto amaba, porque su dolor y aquel martirio lo acompañó siempre a pesar de su vida de andariego, este gran hombre, con 176 de estatura, de piel trigueña, quien a partir del año 1960 se fue a vivir al corregimiento de San Pedro de Urabá, Municipio de Arboletes Antioquia, donde adoptó a su única hija de crianza que registró con su apellido, que se llama Silvia Gulfo, ya enfermo, viejo, cansado por los años y agobiado por el alcohol, en el año 1965 regresa a Valencia su tierra conquistada del alma y se recuesta en la casa de su querida sobrina Doña Anita León, donde muere un 21 de febrero del año 1967, a la edad de 95 años en la absoluta pobreza, “el Gran Catalino Gulfo Hernández” y sus restos se encuentran en el gran Cementerio Central del Barrio Puerto Rico de esta bella localidad y donde jamás conoció la gloria de haber sido uno de los ilustres fundadores insignes de Valencia Córdoba Colombia Paz en su tumba al Inmortal Catalino Gulfo Hernández quien es uno de los más grandes personajes que hace parte de la historia de Valencia que revelamos con orgullo hasta ahora sobre nuestro bello pueblo. Pero su legado histórico y su gran nombre lo enarbola y lo lleva una de nuestras entidades educativas insignes de nuestro municipio de Valencia Córdoba como lo es la Institución Educativa Catalino Gulfo” historia, cultura y educación.

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